Friday, July 11, 2008


Todo comenzó cuando apenas cerró los ojos para entrar hacía un nuevo sitio que hasta entonces no conocía.

Estaba en aquella sombría casa a la cual le invitaron pero no tenía idea de el motivo. Ha de ser una fiesta. Sé que allí está él bajo el mismo techo pero un piso más abajo. Quiere verle, así que baja las escaleras que están impregnadas y manchadas de una sangre recién que quizá, más tarde comienze a secarse, es similar a la de una película gótica como Entrevista con el vampiro...

Escucha muchas voces, voces que murmuran algo más que simples palabras, ecos de gritos de dolor y placer, quién sabe con tanta oscuridad está la paranoia de no saber qué es. No es una fiesta. Mucha gente. Muchos cuerpos. Orgías de estudiantes jóvenes que siguen por seguir la imitación disparatada de algo que se asemeja a un placer pero está más enfocado en dolor. Odia lo que ve pero por alguna razón ese mismo repudio hace que no pueda dejar de verlo, detallarlo. Quieren hacer lo que muchos "grandes" hacen, fuman, beben, snifan y deliran hacia una utopía fielmente desviada de la variopinta realidad, jadean y gimen. Entre muchos cuerpos de colores, entre los que se mezclan todos los sentidos, humo, sudor y sexo se manifiestan al unísono con la melodía de The Cure con unos bajos que estremecen y vibran hasta llegar a él, tras su rastreo visual, por fin le halló, dejándose arrastrar en el conglomerado bizarro de los instintos, perversiones y ocios de personas que quieren que su mundo sea lo mejor de lo que pueden pero no saben cómo dar.

Su cigarro era un testigo culpable de lo que pasaba.

Verlo allí fue como una puñalada de mil dagas sacadas del fuego luego de levantarte de el más dulce sueño para comprobarlo en la realidad. Coartante, escalofriante y en un punto absurdo. No tenía que haberlo visto. Definitivamente no. Su héroe desbaratado en un dos por tres, vuelto añicos por la provisión ilusoria de un instante. O por lo menos eso quería que fuese. Una ilusión. Se siente morir pero entonces sólo puede llorar como una niña a la que le arrebatan una pequeña flor tras descubrir los colores en ella. Él la mira pero está atado a muchos otros más que desconoce que sus miradas se encontraron. Odia este momento. Siente que lo odia como se acelera el latido de lo que queda del corazón que se desgarra poco a poco en cada una de sus arterias, con el paso de mil caballos de fuerza. Lo odia. Le odia aunque luego sepa que lo volverá a amar. Se hastía y entre esos mórbidos cuerpos que yacen tras el extasis del porro y de la droga que emana el sudor del sexo.

Busca a su amiga, quién quizá no se interese en oirla, pero tal vez si lea estás lineas. La encuentra a punto de ser abstraída en la moda que se estaba creando en aquel local subterráneo, le dice que por favor la saque de alli entre sollozos que apenas le dejan aliento para hablar un poco. Llora y ya todo le sabe a sal, una sal amarga que le ahoga y la equivalencia de lo que sintió y ahora siente no se compara porque se da cuenta que todo su odio fue un simple sueño.

Amar y odiar al mismo tiempo nunca fue tan difícil como esa tarde cuando le vió allí. Está segura que para la próxima vez no bajará y lo evitará. Bueno, sólo un poco segura.

2 comments:

Iván said...

Hola me llamo ivan y tengo un blog de los sims espero que te guste, si te gusta ponte como seguidor gracias.

saludos.

Myself said...

mmmm...